Es muy fácil que la basura desaparezca: primero, la tenemos en un recipiente opaco, dentro de una bolsa negra, dentro de un gabinete en la cocina. Después, cuando está llena o huele mal, simplemente cerramos la bolsa y la llevamos a otro basurero y ya está fuera de nuestra casa y de nuestra responsabilidad.
Pero esto no puede seguir así, tenemos que ser conscientes de todo lo que utilizamos en nuestra vida diaria.
En promedio, un chileno genera más de 1,3 kilos de basura al día, lo que quiere decir que al año generamos aproximadamente 384 kilos de basura. Esto es mucho mayor que el promedio de latinoámerica (que es en promedio de 230 kilos por persona anualmente). Por lo tanto, en un hogar chileno conformado por 3 personas, superan la tonelada de residuos al año. En un edificio compuesto por 50 familias, son 20 toneladas de basura al año. En una comuna compuesta por 300.000 personas, es más de 300 millones de kilos de basura domiciliaria que se van a vertederos y rellenos sanitarios. En una ciudad compuesta por seis millones de personas, son más de 2 mil millones de kilos de basura al año. Si esto es un aproximado de lo que genera Santiago, imagínense todo lo que generamos como país.
Porque sí, somos todos. Tú, yo, el vecino, el compañero de trabajo, el dueño de la empresa de la luz, el vendedor de la esquina, y sus hijos. Y las empresas, las que generan todos los productos que utilizamos en nuestra vida diaria, desde el trozo de carne que almuerzas hasta el computador donde estás leyendo esto. Sólo las empresas en Chile generan más de 10.000 millones de kilos de basura al año.